El Dr. John H. Watson es la sombra de Sherlock Holmes en todas sus aventuras. El uso de una tercera persona como el médico servía, además de recurso literario, para reflejar el contraste entre los dos métodos de deducción; el del aprendiz y el del maestro. El primero: rápido, basado en la lógica intuitiva y sin prestar atención en los detalles. El segundo: reflexivo, observador y creativo. Para Sherlock Holmes es imprescindible tener un catálogo de conocimientos a su alcance, para poner en práctica en su trabajo de investigador. Por eso observa el más mínimo detalle, lo añade en un lugar estratégico de su ático y lo actualiza cuando es necesario. Nombres de calles y plazas, leyes aprobadas por el Gobierno, tipos de plantas que crecen en el área metropolitana de Londres. Mientras que el Dr. Watson es desorganizado y se limita a guardar conocimientos sobre medicina y diferentes rasgo...
Comentarios
Publicar un comentario